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jueves, 10 de enero de 2013

Miroba alma


No, no lloró más.
Y nos fuimos

recorrí las calles por su cuerpo
y ya no miraba, no me dejaba.

Las sábanas gimieron y
su color resucitó
y vivió, y vivió

La luna estaba arriba
ella vio el suicidio de una estrella
ella quería escribir lo que veía
nadie le preguntó qué le pasaba.
Y quiso llorar, y quiso gritar
pero ya no estaba, no, no se dejaba.

Su luz en la mañana
se quejó de lo oscuro
su mundo era grande,
y la conocían
y me quería, y podía.

La luz de su ceguera
era la luz de su infancia 
perdida.

Y me miraba.

Mi inquietud la enfermaba.

Y me cuidaba.

Sus manos me dormían.

Y me quería.

Y me miraba.

Y me curaba.


Y miraba la oscuridad.
Intentaba no perder la vista
y me quería y no podía.
Me desperté y la vi dormida,
sola y tan arriba.

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