Vistas de página en total

lunes, 28 de enero de 2013

Una conversación cualquiera con Piolín.

Buenos días mi amigo, veo que me saluda usted con un silbido, como de costumbre, muy cotidiano.
Ya sé qué cara tengo. No, ayer volví a ser un estúpido con insomnio. Sinceramente no sabría responderle a esa pregunta, amigo. Dejémoslo en que usted cada vez que me vea así, sólo me haga recordar, con un canto poco normal, que si vuelvo a llorar por ella ponga en la balanza de mi conciencia los buenos momentos que viví junto a ella, las sonrisas que me dedicaba a diario y los besos, los mil besos que nos dimos; pero que también me haga recordar los malos momentos.
Muchas gracias mi amigo, el desahogo y tu bello piar en nuestra mañana -que fue unida a mi noche con pensamientos infinitos- han hecho desaparecer la desidia en mi propia vida.
Buenos días mi amigo.


PIOLÍN 2002 - 2007




No hay comentarios:

Publicar un comentario