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sábado, 7 de julio de 2012

59 de Septiembre: Odio, miedo y rabia.


Eres increíblemente increíble, decía.
Me encantas, decía.
No me digas esas cosas, pues me lo creo, dije.
Por qué no ibas a creerlo, decía.

Eres superior, el no verte hace que lo seas más.
Pensar que es un juego, luego pensar que es mentira.
Pensar en verdad, pensar en desidia.
Luego pensar… tras gritar: un intento de llorar.
Me pregunto a diario sobre la coincidencia,
si no fue, si no quiso; si no me di cuenta.

Y no sé por qué escribo, pierdo el tiempo.
Pienso que soy tonto, un sentimiento.
Lleva años roto mi corazón,
por más que conozco,
el celo no une los trozos pequeños.

Si una lluvia me apaga, ¿no seré más intruso?
Y si un corazón se presenta, ¿no seré un parco?
Y si su alma me enerva, ¿odiar es mi destino?
Y si ella lee esto, ¿me querrá por mendigar
un sentimiento que nunca he llegado a conocer?

Ella murió por mí… no, para mí.
¿Para salvar 2 años más mi alma
de acabar hundido el resto de mi vida
en su perfumada palma?


y no sé aún cómo empezarlo

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