... Dicen que cuando alguien se muere, el alma se acerca a la prueba más dura de su existencia. Las opiniones de la gente suelen afirmar que justo antes de ir más allá hacia la dimensión superior, se la conduce frente a una especie de "caja negra", como un contenedor amorfo y adimesional -que en nuestro modo de ver las formas no hay modo de percibir con la vista esa dimensión y formas- en el que se ha ido acumulando todo lo que hizo dentro de su cuerpo desde el día que su cordón umbilical se cortó y sus pulmones respiraron por vez primera.
Lo que el alma experimenta al asomarse a ese receptáculo lo supera cualquier experiencia sensorial...
Puto alma que no vuelve a su cuerpo. Malditas las sensaciones que nos perdemos...
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